
Debo aclarar que no soy un prolífico escribidor, simplemente pretendo romper con la rutinaria idea del blog a compromiso. Eso es. No me comprometo, de ninguna manera, a actualizarlo diariamente, semanalmente, quincenalmente. Y esto se debe a que ya he fallado en el intento: entre las ramas. Simplemente, quiero alborozar mis momentos, y si te sientes favorecido, pues bien. Mi idea no es obtener parroquianos, mucho menos entroncarlos con esto. Es un espacio de un amigo para amigos. Es todo.
No es innecesario mencionar que soy una persona que ha dejado todo atrás para seguir a Cristo. Si algo me motiva es Él. Definitivamente, he separado un espacio para mi Dios: el cual pueden visitar en este link.
Y bueno, acostumbrados, algunos conocidos míos a mis vaivenes preferenciales, a veces, peligrosos (pero nunca mal intencionados), les agradezco mucho su visita. Con un mohín en mis labios, y con siseos excesivos en mis oídos, empiezo una nueva ruta, quién sabe si la termine. Bendiciones.
*La imagen es en honor al antiguo blog. Sí, sí, el de travesuras poco animadas en homenaje, en donde la libertad rebalsa cualquier borde antojadizo de represión absurda.
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